Los Otros

Hace un tiempo ya, quizás no tan tic –tac, preguntaste amigo.
Después de yo narrar que “esos”-espirítus tormentosos querían entrar a esta piel y más adentro aún mi alma.
¿Qué les interesaría a ellos? ¿Por qué fijarse en un ser humano? ¿Acaso no tienen cosas más importantes?

Y calle, por miedo a mencionarlos, tú sabías las respuesta, y yo también, de alguna forma…

Somos nosotros su puente, la conexión con lo material, este plano.

Quizás mi Ángel no es de alta Jerarquía, aunque mejor que la mía, pero es Ángel aún.

Y ese momento fue una prueba para ambos.

Pero mi alma sabe que siempre han estado ahí por siglos, y cuesta vivir con lo que se tiene y no se acepta, lo dejas olvidado, por la estigmatización social, y luego te dejas estar.

Pero aún así, de pronto vienen, cada vez menos, los otros, a dar señales.

Aunque sueñe extraño siento que aún no he nacido, y me aparto de los humanos, sólo aquellos pocos permanecen conmigo.

Dialogos....

I.

¿Quién te ha dicho niña , que “esos “ contaminaron tu esencia.
¿Quién te ha señalado que la desdicha es tu camino, que si al proyectar algo terrible se vuelve menos terrible?
¿Quién de todos ha sido?
¡Cuál de ellos a querido, sin mi consentimiento que seas esclava de sus pensamientos¡
¿a quien temes o a qué?.
Si conoces mi existencia, si sabes de mi amor…
¿Acaso el padre abandona así a su preferida, o la hija Abandona al Padre?
Quien te ha confundido

II
Sacame de aquí, grita un alma dentro y la nostalgia embriaga mis entrañas.
Oigo gritos de ayuda por todo el mundo de que algo fuerte se acerca
¿Cómo saberlo?

III

Las nubes me han mostrado que el dragón y la serpiente están furiosos,
Vienen gritos de niños y de hombres.
Dioses contra hombres, y que el aliento de Dios viene del Este.

IV
También los gigantes dormidos, van dibujando rostros de mujer, ¿quien despertara de ellos?
Y los cielos en las noches han cambiado sus tonalidades.

V

Alguien me susurra hace años,
Alguien quiere que diga algo,
Y tengo miedo de escucharle
Y ella necesita que lo haga.

VI
¿Quién escribe hoy desde mi?, como si estuviese yo entre un punto y una coma.

VIII

Disciplina, para entender al mundo y no temerle, disfrázate de mundo.
Si no conoces al que haz creado de enemigo, serás destruido.
Mira desde la cúspide mas alta y colócate capaz de fuego, cuando salgas de casa,
Rompe con el hielo la jaula, y con un suspiro vive, porque mi aliento ya te dio forma humana.
Esta vez, recuerda…Tú no quisiste las alas.

La Fuente

Estaba la fuente, originaria del principio,
De donde manaba toda sabiduría, todas las creaciones siquiera imaginables por esta torpe mente,
Afloraron de ella todos los mundos, todos los seres, desde su pensamiento.

Más antigua aún que la génesis de esta tierra.
De sus pensamientos más de mil soles y lunas nacieron,
Dioses gobernantes, y quien sabe cuantas tribus.

Aun antes de la creación misma de este universo, de un Dios que al exhalar nos dio vida.

De ella sumergida en el no tiempo, que había nacido de su propio pensamiento, antes aun del mismo big bang,
Antes aun…


Y luego habitaron anteriormente a los humanos, los suprahumanos, y
Contenían en ellos la sabiduría, en forma exacta, pura y éramos felices.
Sabíamos de antemano los designios del futuro,
Quizás se separaron, algunos migraron a otras constelaciones y otros se sumergieron en la tierra para guardar tan valioso elixir de pensamientos,
Quizás las tallaron en rocas, o en gemas y piedras de distintos colores,
¿Quien sabe de eso sino ellos? Y unos que otros que huelen algo de aquello

Y el hombre después coloco los muros, quizás por miedo, quizás por poder, para engañar y cambiar el curso de la humanidad,
Para crear una jerarquía, mantenernos ciegos al proyectar el miedo, de a poco fuimos sumergiéndonos en el letargo de la intuición, la dejamos dormir, y acatamos para ser “buenos”, lo que nos quisieron contar.

par´ntesis.

Recojo mis fantasías de niña y hago un viaje a mis sueños,
En la búsqueda de la verdadera historia en que se tejió la humanidad,
Entre cuentos de hadas, de la Atlántida perdida, más bien escondida.
Mis juegos, de enanos y duendes.
De seres del inframundo que escondían la sabiduría.
De esos angelitos,
De esos otros que veía.

Quizás no eran sueños, sino recuerdos de vidas de antaño…

¿Acaso es posible que esos palacios, de cristalinas formas hayan existido?

En donde volaba y tenía el poder transformador del arcoiris.

Y éramos uno, todos con el universo…sin palabras,
Sólo con miradas apacibles, se conectaban.

Donde se protegían secretos para lo futuro.

¿Y si la historia, se ha contado desde la mitad, y no del inicio?

Y antes de que todo texto sagrado,
Hubiésemos sido más que Ángeles.

Y me quede en la pregunta ¿Y si hubiese sido cierto?

En lo más profundo de mi ser la existencia de miles de dioses
Que resguardan un planeta, mis sospechas de que no eran sólo los que enseñaban.

Y no quiero sentir más culpa por los dogmas que me han dado, ¡ya basta!.

Quiero sentir nuevamente como la madre tierra y el universo me hablan,

Pero ya no con susurros sino, como antes…
¿Cómo poder volver a la conexión exacta?

Desde hace tiempo en esta vida solo atisbos quedan.

Los desencarnados deambulantes se han quedado de paso y me saludan.

En mis sueños, que no se si son tan sueños,
Se muestran los palacios nuevamente,
Y también otros, en que piedras de jade negro, cubrían las paredes junto al oro.
Un hombre alto me decía con amor levántate y mis alas comenzaban ha tornarse enebro,
yo tendida, arrepentida de un algo que no recuerdo, lloraba sin querer verlo.
Poco a poco, abriendo los ojos, un gran hombre, mas alto que todos los mortales, con largas túnicas doradas decía: ven…no haz hecho nada.

En otras ocasiones, la esfera se ha aparecido y viene con estrella dorada cubierta de fuego, es de 5 puntas.

Sentir como niña y aparentar ser adulta,
Sentir que hay mas, más aún…

Y que mis dragones son mis miedos.

Luna llena, ya no me das nostalgia, en tus días siderales.

Ya no tengo nostalgia de regresar a tu seno.

Comienzo a acostumbrarme,
Y quizás pasar de loca.

Comienzo ha aceptarme,
Y a entender que todos venimos de distintas castas,

Y que es más fuerte el silencio, que un grito ensordecedor.

Ciclos esta-cionales

Y desde lejos se escuchaba la canción del lejano olvido, el que se encuentra en el paréntesis de la existencia misma,
Se percataron algunos, por señales, o en las edades otoñales de su vida,
Como niños que aún están puros, eran unos pocos que se percataban de su presencia.

Desde tiempos inmemoriales, el alma renace,
Y en una y otra vida,
A veces, quizás no muchas en el estado vigilia –sueño,
Los recuerda.

Nuestra luna no ha dejado de ser planeta,
No porque algunos pocos-eruditos- le hayan bautizado de satélite,
Lo que siempre ha sido dejara de ser,


No porque alguien te diga que después de esta vida no hay otra, ha de ser.

Como siempre en algún cuento, poema o poesía encontraras las respuestas del infinito ser…
Ya que en ellas de algún modo hablan los espíritus y las voces calladas de los que están y no ves.